La Prostitución
18 de Mayo, 1910 — El Primer Congreso Femenino Internacional, Buenos Aires, Argentina
La prostitución femenina es para la mujer moderna su mayor dolor y su mayor vergüenza.
Considero que la prostitución debe desaparecer, pues, la educación racional que se dé tanto al varón como a la mujer y que está ya en los programas de casi todos los gobiernos, dará a la humanidad del futuro el convencimiento de que en su evolución ascendente hacia un ideal de sinceridad, de pureza y de amor, el hombre, en sus dos manifestaciones sexuales, tiende a aprender a dominar sus instintos, que hoy por hoy lo igualan a la bestia, para llevarlo al desarrollo de sus facultades más nobles que están en las esferas del pensamiento y del sentimiento, únicas facultades que caracterizarán y caracterizan ya, al verdadero hombre.
Formulo un voto para que del seno de protesta contra la tolerancia de los gobiernos al sostener y explotar la prostitución femenina.
Formulo un voto para que del seno de este Congreso surja la iniciativa de fundar una sociedad que vele por el porvenir de la mujer, nació siempre purísima y angelical, y fue desviada de sus instintos naturales que la llevan a la maternidad y al cuidado de la prole, por la sensualidad y la ignorancia.
Formulo un voto de amor y de profunda simpatía por las mujeres que en este momento de la vida humana, no están en el sendero de la razón y del deber, pues, no las considero responsables de su extravío sino las víctimas de la falta de previsión y de amor que muestran las leyes y las costumbres, creadas por la preponderancia del pensamiento masculino en la orientación de los destinos de los pueblos.
Se estudiarán estas preposiciones en la Nº 18 del trabajo anterior de la señorita Dora Mayer.
Doctora Julieta Lanteri: Si este mal existe es porque los gobiernos no se preocupan de extirparlo y puede decirse que lo explotan desde que lo reglamentan y sacan impuestos de él. Hago, pues, moción para que el Congreso formule un voto de protesta contra la tolerancia de los gobiernos al sostener y explotar la prostitución femenina, que es para la mujer moderna su mayor dolor y su mayor vergüenza.
Doctora Ernestina López: ¿No podría hallarse una fórmula concebida en términos menos extremos?
Varias congresales: No, no. Es preciso condenar enérgicamente este mal.
Señorita Emilia Salzá: Esta moción no se puede votar.
Señora Josefina Durbec de Routin: ¿Por qué no? La censura se dirige a todos los gobiernos, de todos los países, puesto que la prostitución es un mal universal.
Doctora Julieta Lanteri: No creo que haya palabras que puedan expresar mejor que esta protesta el sentimiento que debe embargar nuestros corazones y nuestros espíritus, ante esa ignominia.
Varias congresales: ¡Qué se vote!
“El Congreso Femenino Internacional considerando que la prostitución femenina es para la mujer moderna su mayor dolor y su mayor vergüenza, formula un voto de protesta contra la tolerancia de los gobiernos que la sostienen y explotan”.
[Se vota afirmativamente. La señorita Salzá pide rectificación de la votación. La secretaria hace notar que por la afirmativa han votado 32 congresales y 14 por la negativa.]
Source: Primer Congreso Femenino, Buenos Aires 1910. Historia, Actas y Trabajos, pp. 317-319.